Fue un órgano electo para la redacción de la Constitución de México. Fue convocado el 16 de octubre de 1855 por Juan Álvarez y sus sesiones se llevaron a cabo del 14 de febrero de 1856 al 5 de febrero de 1857, esta última siendo la fecha en que se promulgó la Constitución Política de la República Mexicana de 1857. La convocatoria del Constituyente tuvo su antecedente directo en el Plan de Ayutla, el cual, además de desconocer el gobierno de Antonio López de Santa Anna, planteó la convocatoria de un congreso extraordinario que permitiera el establecimiento de una república democrática como forma de gobierno.
El texto de la Constitución de 1857 no satisfacía prácticamente a nadie y los conservadores la rechazaron por irreligiosa e inmoral, y por estar plagada de principios filosóficos abstractos, ajenos al pueblo mexicano. El Congreso Constituyente se reunió del 18 de febrero de 1856 al y para el 5 de febrero de 1857 sería promulgada. El Constituyente trabajó con la intención de reconocer plenamente los Derechos del Hombre dentro del Texto Constitucional como lo consigna Emilio O. Rabasa en su obra “El pensamiento político del Constituyente de 1856 – 1857” de la siguiente manera:
La Comisión conoció que un deber imperioso y sagrado le demandaba una declaración de los derechos del hombre y ha procurado satisfacer a esta exigencia en el título primero”, declaro Arriaga en la parte expositiva de su presentación. El capítulo de los derechos humanos fue tomado de la declaración francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, del Bill of Rights norteamericano, algo de la Constitución de Cádiz y lo disperso de la Constitución de 1824. Extrañamente no se mencionó el Decreto de Apatzingán de 1814, el que había dedicado todo un capítulo –el V-, a la igualdad, seguridad, propiedad y libertad de los ciudadanos.